Con motivo del cumpleaños de afamado amigo blogger, "inocente" amiga blogger y yo (la peor de todas), nos vimos compelidas (JA!) a internarnos en uno de aquellos reductos popularmente conocidos como Sex Shops.
MUEJEJEJE
De más está aclarar que la ideóloga de tal recorrido turístico fue quien suscribe la presente.
Créanlo o no, ésta fue mi primera vez (en un sex shop, of course).
Para qué contarles acerca de la variedad de adminículos que tuve oportunidad de admirar en dicho recinto!!
Y eso que, según me contaron, el lugar que visitamos no contaba con un gran stock de productos.
He llegado a la conclusión de que tengo una personalidad adictiva.
Casi no puedo esperar para ver qué me deparará (la cazaron?) mi próxima visita.
Luego de mi próxima incursión en este fascinante mundo, prometo escribir la crónica pertinente.
PD: Cualquier "sugerencia" siéntanse libres de realizarla por esta vía o a mi dirección de mail.
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At miércoles, octubre 05, 2005 3:22:00 a. m., Cruella De Vil
No, no, no.
Yo no he visitado nunca el lugar de la foto.
Ahora, si me dice que vale la pena, será cuestión de explorar.
Hmmm, adquisiciones?
Tendré que ver qué hay en el mercado que me seduzca sobremanera.
Hasta ahora lo mío ha sido muy natural, vio?
Pero siempre hay que innovar para no caer en la rutina.
Será cuestión de probar.
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At miércoles, octubre 05, 2005 12:08:00 p. m., Cruella De Vil
los sex-shop son un camino de ida...
si queres te recomiendo uno donde el pibe que te atiende te explica coso por coso los beneficios y forma de usarlo
yo me quiero comprar todo